«Si puedo soñarlo, puedo hacerlo”. Es el lema de Jesús López Casado, el gurú del marketing de la familia. Así le llegó el encargo más original que le han hecho hasta el momento.
Uno de los clientes de la panadería es un restaurante de Marbella muy famoso porque allí acuden celebridades y famosos –Cristiano Ronaldo, Rafa Nadal, la hija de Donald Trump, Tiffany, o los expresidentes españoles José Luis Rodríguez Zapatero y José María Aznar- en busca de intimidad. Por eso, Rubén prefiere ocultar el nombre del local. El caso es que el chef les pidió hace tres años un pan especial porque los veranos solía acudir un jeque árabe con todo su séquito. Le gustaba mucho el pan y querían sorprenderlo. «El primer año enviamos varios lotes de cañas de pan feo, y le encantaron. El segundo, nos pidieron otra cosa. Les mandamos pan soplao, y también fue de su agrado», relata. El problema surgió el tercero. Le encargaron algo aún más original. «Como no le eche oro encima…», fue su ocurrencia. «¿Puedes hacerlo?», le contestaron desde el local marbellí. Respondió que sí, sin dudarlo. El precio no era ningún problema. Al jeque le gustaba dar propinas de mil euros y no le importaba pagar una cifra elevada por cerrar el restaurante para su uso y disfrute. Su hermano, el maestro panadero, se puso manos a la obra. Nunca había trabajado con oro comestible. Tampoco le supuso ninguna dificultad. Utilizó uno de sus productos estrella, el pan soplao (pan crujiente y hueco), y lo recubrió con los granos de polvo amarillo. En total, le enviaron dos kilos, a 250 euros el kilo. El oro comestible no aporta sabor, pero es llamativo, ostentoso y caro, detalles que gustan mucho a los jeques.
Ahora la familia trabaja en otro encargo con oro. Es de un restaurante español del que no pueden dar muchos detalles. Le han pedido un producto exclusivo que sorprenda a los clientes.
Fuente del texto y de la imagen de cabecera: HOY. Badajoz.