Cádiz, rinconcito hermoso,
entre el mar y la salina.
Tienes la arena más fina
y el paisaje más precioso.
Cuando se oye una alegría
o algún tanguillo cantar
ya no se puede aguantar
la sal de esta tierra mía.
Nunca me podré olvidar
de tu bella Puerta Tierra
ni el muro de Cortadura,
que muy cerquita del mar
tu linda tacita cierra
resguardando tu hermosura…
(Antonio Pardal)
Perlas negras,
al oír tu dulce acento
me subyuga la emoción,
y en un mudo arrobamiento
se arrodilla el pensamiento
y palpita el corazón…
Al oír tu dulce acento.
(Amado Nervo)
Mentira. Calla.
Ya está bien.
Como otras veces tú me haces esto mismo,
pero yo también he sido así.
A mí, que había tanto atisbado si de veras llorabas,
ya que otras veces sólo te quedaste
en tus dulces pucheros,
a mí, que ni soñé que los creyeses,
me ganaron tus lágrimas.
Ya está.
(César Vallejo)
Los álamos de plata
se inclinan sobre el agua,
ellos todo lo saben, pero nunca hablarán.
El lirio de la fuente
no grita su tristeza.
¡Todo es más digno que la Humanidad!
(Federico García Lorca)
Nací del rojo y del amarillo,
sangre y fuego, luz y oro;
soy agradable y cálido,
participo del amor y de la elocuencia,
en mí nace intuición, inspiración y ambivalencia;
evoco a la felicidad y a la energía.
(Jesús Paredes)
Aquí la más principal
hazaña es obedecer,
y el modo cómo ha de ser
es ni pedir ni rehusar.
Aquí, en fin, la cortesía,
el buen trato, la verdad,
la fineza, la lealtad,
el honor, la bizarría.
(Calderón de la Barca)
Siempre aguijo el ingenio en la lírica;
y él en vano al misterio se asoma
a buscar a la flor del Deseo
vaso digno del puro Ideal.
¡Quién hiciera una trova tan dulce,
que al espíritu fuese un aroma,
un ungüento de suaves caricias,
con suspiros de luz musical!
(Salvador Díaz)
Cierra, cierra la puerta,
como a ella le gustaba…
¡Que se encuentre a su gusto
su recuerdo!
(Juan Ramón Jiménez)
Esta tierra también es tu memoria,
ciudad o mar, el aire que la envuelve,
la luz que la confirma y el sol que le da vida.
Por sus calles abiertas conocí la hermosura,
patria de la inocencia, la orilla de la playa,
luego abismo en donde, ángel caído,
adiviné la muerte y su desierto.
(José Infante)
Hoy son las manos la memoria.
El alma no se acuerda, está dolida
de tanto recordar. Pero en las manos
queda el recuerdo de lo que han tenido.
(Pedro Salinas)
No busques ahora las respuestas
que no estés preparado para vivir,
pues la clave es vivirlo todo.
Vive las preguntas ahora.
Tal vez las encuentres, gradualmente, sin notarlas,
y algún día lejano llegues a las respuestas.
(Rainer Maria Rilke)
Compromiso
Inevitable es el compromiso
como esenciales son nuestros sueños,
hemos resuelto abrir caminos
con viejas huellas y nuevos pasos.
(Amanda Ackermann)
Ha girado en torno al faro el nimbo de los pájaros azules
en las mitades de la oscuridad taladrando la lejanía de los barcos
y se han caído al agua cual cenizas de arcángeles.
(Tristán Tzara)
De la ola, una ola y otra ola,
verde mar, verde frío, rama verde,
yo no escogí sino una sola ola.
(Pablo Neruda)
Rasgando las neblinas del invierno
como velo sutil de níveo encaje,
apareces envuelta en el ropaje
donde fulgura tu verdor eterno.
El cielo se colora de azul tierno,
de rojo el sol, de nácar el celaje,
y hasta el postrer retoño del boscaje
toma también tu verde sempiterno.
(Julián del Casal)
Aponiente,
Siempre Aponiente.
(Ángel León)